En este artículo queremos hablar de la relación del pescado con los niños, de lo saludable que es este alimento para ellos y cómo hacer que den el paso para comer pescado con sus espinas.
La aversión de los niños hacia el pescado está más que constatada y quizá la culpa las tengan los padres, y sobre todo los padres que tienen también cierta aversión a uno de los alimentos más ricos y saludables que nos ofrece la madre naturaleza.
Evidentemente esta antipatía hacia el pescado, es por la incomodidad de las espinas y lo complicado que es comer algunos sin pincharse una de ellas. Nosotros somos pescadores, nos criamos comiendo pescado y disfrutando de el. Tenemos una ventaja, somos como auténticos cirujanos y sabemos donde se encuentran las espinas de cada especie. Diseccionamos el mismo con precisión y disfrutamos de esta manjar al máximo, aunque alguna que otra vez también nos clavamos alguna espina.
Lo normal es limpiarle el pescado a los niños para evitar que se traguen una espina, pero… ¿Cuando damos el paso para ofrecerle el pescado entero?
Este paso no puede ser agresivo y tenemos que tener claro que debemos empezar con pescados más sencillos y luego poco a poco ofrecerle pescados más complicados.
En nuestra ría, en Marín, se pesca una especie llamada serrán (serrano se llama en otras costas), un pescado de pequeño tamaño, sólo reservado para abuelas con años de experiencia en quitar espinas. A los más pequeños nos dejaban ver como se comía, y parecía rico pero siempre nos decían «rapas isto ten moitas espiñas» (chaval, esto tiene muchas espinas).
Concretando, hay ciertos tipos de pescados con los que hay que tener mucha experiencia para saber sacarle el máximo partido y disfrutar de ellos como el manjar que son (acedías, sargos, salmonetes, lubinas… sobre todo en los ejemplares más pequeños).
Lo que os ofrecemos aquí es una especie de guión para que sepáis por donde debemos empezar a introducir el pescado con espinas a nuestros hijos y de paso aprendan también a disfrutar del sabor del mismo.
Es interesante ofrecérselo como un reto, un momento de investigación, una clase de anatomía, una búsqueda de espinas o un premio por ser mayor. Como padres sabréis cual es la mejor motivación para vuestros hijos.
El rape
El más fácil. Este es uno de los mejores pescados para empezar, su sabor agradable en cualquiera de sus preparaciones, no causará rechazo en los más pequeños. Sólo posee una espina cartilaginosa central y unas pequeñas espinas laterales que apenas pinchan.
La raya
Este es otro de los pescados más fáciles para comer, tanto para pequeños como para mayores. Quizá su sabor sea más fuerte que el del rape, pero si queréis impresionar a vuestros hijos os recomendamos que la hagáis frita enharinada. Sobre todo las partes más finas estarán crujientes y deliciosas. También podéis animarlos a que se coman alguno cartílago, seguro que les hará gracia y es puro calcio.
La castañeta o palometa negra
Este pescado quizá parezca más carne que pescado, con una textura parecida a la del atún o bonito, es un manjar desconocido por muchos. Solo tiene un espina central muy grande y muy fácil de separar de la carne, excepto en la parte cercana a la cabeza que presenta muchas espinas pequeñas que no son peligrosas ni pinchan. La parte de la cola o el rabo es graso y menos la espina central se come todo, es el bocado perfecto para nuestros hijos.
El rodaballo
Este ya es un paso más, en ejemplares grandes sólo tenemos que tener cuidado con las espinas laterales ya que la central es tan grande que es fácil de detectar. Quizá su potente sabor no convenza al principio a los más pequeños pero poco a poco descubrirán que es uno de los mejores pescados de nuestras costas.
El bacalao
Las espinas de los ejemplares grandes son tan detectables que es casi imposible pincharse con una de ellas. Normalmente estamos acostumbrados a verlo en su versión salada y no todos los niños lo aceptan, pero hace ya algún tiempo que lo podemos encontrar fresco y acepta todo tipo de preparación siendo incluso más jugoso y sabroso que algunas merluzas.
Bueno, con estas indicaciones esperamos que iniciéis a vuestros hijos en la aventura de comer pescado con espinas y disfruten de este delicioso manjar sin miedo y descubran uno de los mundos del sabor más amplio que existe gastronómicamente hablando.
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